Aunque los invernaderos son instalaciones muy eficientes que permiten producir de forma continua durante todo el año, para evitar que los cultivos se pierdan en invierno es necesario implementar sistemas que ayuden a calentar el invernadero.
Elegir el sistema de calefacción adecuado para optimizar al máximo su invernadero puede ser un gran reto.
Una inversión, en la mayoría de los casos elevada, que tendrá que evaluar en función de su modelo de negocio agrícola y de la relación, producción, calidad, costos que contemple en su plan económico.
En el mercado dispone de diferentes equipos y sistemas para calentar un invernadero, aquí le vamos a hablar de los más habituales, de sus pros y contras, y de su eficiencia energética y económica.
Tome nota.
1.- Calefacción de aire caliente.
También llamados dragones. Es una de las opciones más empleadas.
Este sistema se coloca a la altura de las barras de cultivo y utiliza un generador de aire caliente que puede ser de gas o eléctrico.
El calor tiende a almacenarse en la parte alta del invernadero. Para poderlo distribuir de manera uniforme por todo el espacio es necesario complementar este tipo de calefacción con ventiladores. De esta forma, se consigue que la temperatura sea acorde a las necesidades de sus cultivos.
Si su invernadero no es muy grande, la calefacción eléctrica es la mejor opción, sobre todo cuando la disponibilidad de combustibles fósiles es limitada o costosa.
¿Qué ventajas tienen este tipo de sistemas?
- Rápida generación de calor.
- Inversión inicial más económica.
- Energía más limpia en el caso de ser eléctrico.
- Fácil instalación y mantenimiento.
Y las desventajas.
- Gasto energético elevado para conseguir la temperatura ideal.
- No hay un control preciso de los grados.
- En el caso de gas se requiere una ventilación adecuada para mantener la calidad del aire
- El calor que emite puede provocar deshidratación en las plantas, hay que llevar un control de la humedad para mantener los cultivos en perfectas condiciones.
- Coste operacional más alto.
2.- Tuberías radiantes que ayudan a calentar un invernadero.
Es una opción muy eficiente, pero requiere de una planificación cuidadosa, un diseño adecuado y un análisis y cálculo en función del delta térmico para garantizar una distribución óptima del calor.
¿El objetivo?
Conseguir optimizar al máximo el sistema.
La idea es crear una red de tuberías distribuidas por los laterales y el techo del invernadero justo por debajo de las barras de cultivo.
Cuando instalamos este tipo de sistema, combinamos, con pantallas de sombreo y eficiencia energética para alcanzar de forma más rápida la temperatura que necesitan sus plantas.
Al reducir el habitáculo, logramos que el calor llegue antes y se distribuya de una forma más homogénea.
El funcionamiento de este sistema es muy sencillo.
La tubería radiante está conectada a una fuente de energía, puede ser una caldera o una bomba de calor. El agua caliente circula a través de estas tuberías, liberando calor de forma uniforme a medida que atraviesa el suelo y las paredes.
Al ser un circuito cerrado, no es necesario que la caldera esté funcionando de forma constante. Esto permite un mayor ahorro energético, el calor se va regulando dependiendo de las necesidades, y se obtiene un sistema de calefacción eficiente y cómodo.
Esta misma tecnología puede utilizarse con tubos rail para calentar las raíces de las plantas.
Estas son las ventajas de instalar tubería radiante en su invernadero.
- El costo operacional es más bajo que los sistemas de aire caliente.
- La distribución del calor en el interior es más uniforme.
- Ofrece una alta eficiencia energética debido a la transferencia directa del calor al ambiente.
- La instalación de tuberías en el suelo ayuda a conservar la energía.
- Genera baja emisión de ruido, funciona de forma silenciosa y contribuye a un ambiente tranquilo muy adecuado para el buen desarrollo de sus plantas.
Por el contrario, implementar este tipo de sistema para calentar el interior de su invernadero requiere:
- Realizar mantenimiento para asegurar un buen funcionamiento.
- Limpiar de forma periódica el sistema para evitar la acumulación de sedimentos o impurezas.
- Evaluar el grado de conducción térmica antes de instalar la tubería radiante. Algunos suelos pueden tener una capacidad baja, lo que podría afectar a la eficiencia del sistema. En estos casos es preferible utilizar materiales como placas de transferencia térmica para mejorar la conducción del calor.
- Efectuar una inversión elevada para su instalación.
Esta misma tecnología se puede usar con tubos rail que calientan las raíces de las plantas para mantener el calor en las plantas.
3.- Sistemas de calefacción sostenibles para calentar un invernadero.
Losa radiante.
Requiere un estudio previo de ingeniería, calcular el diámetro de la tubería y el número de elementos que necesita la instalación.
Es un sistema limpio, que, al emplear electricidad, evita que los gases emitidos por los combustibles fósiles afecten a las plantas y eso repercuta en la producción y calidad de los cultivos.
Se prepara el suelo, se colocan los tubos de polietileno reticulado dentro del mortero de hormigón sobre una capa de aislante térmico.
Los tubos van conectados a una caldera de condensación o aerotermia que calienta las tuberías que van por el suelo, el calor sube y se distribuye por todo el espacio del invernadero.
Este sistema de calefacción permite proporcionar calor a las plantas en temporada de invierno y reducir la temperatura en verano.
Es una instalación que implica un alto coste de inversión, pero bajo de mantenimiento, fácil de amortizar y sostenible.
Calefacción geotérmica.
Esta opción tiene unos costos iniciales muy altos, requiere un proyecto de diseño, permisos para la perforación y espacio suficiente para las instalaciones.
Por el contrario, el costo de operación a largo plazo es mucho más bajo, la eficiencia energética es superior y el sistema tiene una vida útil más larga.
Si la calefacción geotérmica es de circuito abierto, requeriría, además, un acceso a una fuente geotermal y depender de restricciones y regulaciones del uso de agua.
Este proyecto de invernadero tipo túnel con instalación de geotermia lo instalamos en Máfil en colaboracion con Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes (CEGA) y en este vídeo el cliente muestra el resultado de su producción de lechugas.
Este tipo de instalaciones son perfectas para invernaderos de cualquier tamaño siempre y cuando se encuentren en una zona con acceso a recursos geotérmicos.
De ser así, aunque la inversión es alta, los beneficios y su sostenibilidad la convierten en la solución más rentable.
Calefacción solar
La calefacción solar se alimenta de la energía del sol y puede ser pasiva o activa.
La primera opción implica un bajo costo de inversión, el calor que emite es uniforme y suave, y el control de la temperatura se realiza de forma natural.
La desventaja de esta forma de utilizar la energía solar es que tiene menos capacidad para mantener temperaturas altas en climas fríos.
La otra alternativa es la calefacción solar activa, que tiene unos costos iniciales más altos.
Requiere de un estudio para determinar el número de placas solares necesarias en función de los metros cuadrados del invernadero. También baterías para almacenar la energía y distribuirla durante las horas que no haya luz solar suficiente.
Este sistema puede abastecer de electricidad su invernadero, calentarlo y le permite, además, tener un mayor control de la temperatura. Además, puede complementarse con otros sistemas de control de clima.
4 recomendaciones para elegir el sistema de calefacción para su invernadero.
1.- Tener un buen aislamiento en su invernadero.
Elija el sistema de calefacción que elija, su invernadero debe tener, además, un buen aislamiento.
Por ejemplo, doble cobertura de polietileno o bien, pantallas térmicas le ayudarán a retener el calor y a reducir las pérdidas energéticas.
Esto se traduce en un funcionamiento más eficiente y costos operativos más bajos.
2.- Implementar sistemas de control y automatización.
Aunque esta opción requiere de una gran inversión inicial, implementar un equipo de control de clima le permitirá optimizar el funcionamiento de su sistema de calefacción y ajustar la temperatura de manera precisa.
Esto le ayudará a ahorrar energía y ofrecer las mejores condiciones climáticas para sus cultivos.
Tenga en cuenta que si solo se limita a calentar el habitáculo del invernadero, la humedad baja y eso repercute en las plantas. Por eso es importante que todos los sistemas trabajen de forma conjunta para crear el ambiente perfecto.
3.- Evaluación de costos.
Además de considerar los costos iniciales, es relevante que también calcule los gastos operativos a largo plazo. Tenga en cuenta el precio de los combustibles, la electricidad y el mantenimiento del sistema al calcular la viabilidad económica del tipo de calefacción que quiere elegir.
4.- Consulte con expertos.
Busque asesoramiento de profesionales para que evalúen sus necesidades específicas en función del tipo de cultivo y las condiciones climáticas de su área. Esto le ayudará a decidir y elegir con más seguridad.
Analice todas las variables antes de decidir.
Esperamos que toda esta información le haya servido para aclarar dudas sobre los sistemas de calefacción que puede incorporar en su invernadero.
El mercado está en continua evolución.
Por eso le recomendamos que antes de elegir un modelo u otro, considere factores como el tamaño de su invernadero, el acceso a combustibles, la disponibilidad de recursos geotérmicos o solares, y los costos operativos y de instalación.
Cada opción tiene sus propios beneficios y desafíos, evalúe sus necesidades y establezca un plan económico. Mantenga un equilibrio entre la eficiencia económica, la sostenibilidad y la idoneidad para sus cultivos, y así podrá crear un ambiente óptimo para el crecimiento de sus plantas en su invernadero.
Y si necesita asesoramiento profesional antes de tomar una decisión, puede ponerse en contacto con nuestro departamento comercial.
Referencias: Pericoli, Derivat